Esta foto la hice en uno de mis viajes del verano pasado. Los viajes siempre son una excusa para poder llevarme fragmentos de los sitios donde estoy en mis fotos. También para llevarme sensaciones y experiencias pero esas las guardo en mi interior.
En este caso una escultura nos puede servir como elemento compositivo en su propio entorno. La luz del atardecer y la casualidad, como siempre en las mejores fotos, que justo pase una chica con su carrito hacen el resto. Un camino que nos lleva al elemento central; el rulito.
Los viajes siempre nos hacen descubrir algo.
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